





Dobla una sábana por la mitad y colócala bajo hombros, tronco y caderas. Indica doblar la rodilla contraria al giro, acerca el brazo del mismo lado al pecho y guía el movimiento en bloque, evitando torsiones aisladas. Tira suavemente de la sábana para posicionar. Ajusta almohadas en espalda y entre rodillas para estabilidad. La clave es coordinar la respiración, mantener contacto seguro en cadera y escápula, y avanzar en pequeños tramos, revisando comodidad y señales de dolor.
Con la persona de lado, flexiona sus rodillas y utiliza la sábana o funda como plano de deslizamiento, acercando lentamente caderas y hombros hacia el borde. Apoya tu muslo como tope para evitar caídas. Recoloca tus pies con cada tramo, manteniendo espalda neutra. Pide que empuje suavemente con el pie superior si puede. Controla la velocidad, nunca tirando de brazos o cuello. Asegúrate de que ambos glúteos queden firmes en el borde antes de sentar completamente.